Hace unos días comentaba Alhana que estaba pasando unos días malos. Pues bien, esta misma mañana he salido de casa a dar una vuelta con la intención expresa de SENTIR. Sí, de notar lo que un día de curro paso por alto, sonidos, olores, formas, ver cosas desconocidas en un lugar conocido.
A la vez que por un lado sentía esas pequeñas cosas... olor hierba recién cortada, el piar de algún pájaro, y otro montón de cosas, (todo eso en pleno Bilbao, que tiene mérito la existencia de algo natural en una jungla urbana) que me hacían sentir bien, por otro lado el hecho de estar sólo (una soledad en la que estoy a veces aunque esté acompañado), me hacía sentir mal, muy mal.
De camino a casa me he encontrado con un compañero de los tiempos de la Universidad. Apenas tres minutos de conversación, pero han sido como un soplo de aire fresco.
Ya en casa, una llamada al móvil, soy tío-postizo. Mi mejor amigo fue padre de una niña ayer a las 23:00h. Otro soplo de aire fresco.
Un resumen: La soledad me mata. Necesito gente con quien compartir lo que hago y lo que soy. Y como le comenté a Alhana, la solución la tengo en mi mano.
1 de abril de 2006
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3 comentarios:
venga hombre, que no es para tanto.
(creo)
Para mi que es la primavera que nos pone tontorrones a la que pasamos de los 29 añitos...
gracias por tu visita
Será la crisis de los 30, pero a veces, cuando pienso demasiado, me dan bajones.
Gracias a ti tb por tu visita.
Coincido contigo en como a veces una pequeña cosa es capaz de dar un vuelco por completo a un dia regular, y hacer que sea bueno. Un perro que se pone a jugar contigo, o una de tus canciones favoritas saliendo de la radio de un coche. Es solo cuestión de valorar esas pequeñas cosas ;)
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